lunes, 10 de noviembre de 2008

El "KI" una energía que estamos conociendo....

Es muy difícil detallar todos los aspectos que encierra este apasionante "concepto" y realidad a la vez, pero trataremos de dar lo más importante y dar herramientas para que ud. lo experimente.

En esta época debido al auge de las artes orientales y de la globalización, es notorio cómo se ha comenzado a usar el término ENERGIA.
En determinado lugar "hay buena energía", curar por la "energía", sentir la "energía", proyectarla.... y así.
Oímos también también hablar o vamos a terapias como el Reiki, Chi Kung, sanación pránica.....
No obstante es una misma energía y muchos nombres. Estos nos dan la pauta de distintas formas de manejarla.

En China la llaman "Chi", en Japón "Ki", en la India "Prana".

En AIKIDO el "ki" lo podemos definir como la sustancia más fina y fundamental del Universo. También le denominamos Espíritu.
Los humanos cuando estamos dentro del vientre de nuestra madre, compartimos el mismo ki; sobre todo mediante el cordón umblical, nuestros canales de energía no están conformados aún. Al nacer, con la primera inhalación incorporamos parte de ese ki. Luego generalmente lloramos y exhalamos, emitiendo así el "primer" sonido o KIAI.
Ai = unión: unión con el ki. O también conocido como el grito en las artes marciales. Vemos que si lo damos vuelta nos queda el AI KI. Luego AI KI DO; do, como camino o vía. Volvemos a lo explicado antes.
Entonces (querido y paciente lector), al nacer empieza nuestro camino. Inconsciente-mente, en este estado estamos unidos con el Ki, pero no somos conscientes.

O´Sensei (M. Ueshiba, fundador del AIKIDO) notó una vez, que si un bebé no quiere sentarse y estira sus piernitas, un adulto que quiera doblarselas no puede. Si cierra su mano en forma de puño, no hay quien se la abra. Le llamó poderosamente la atención la firmeza desarrollada por éste. Sin duda, en estado natural, este bebé está manejando y proyectando el ki a través de su cuerpo.
O´Sensei entendió que nuestra mente, siendo un gran instrumento, a veces nos juega en contra. Por lo tanto es bueno que la misma sea solo un instrumento y no el Jefe. El jefe o amo en este caso es el Espíritu, el Ki, la mente debe estar al servicio.
Todos los grandes místicos nos tratan de transmitir lo mismo.


"Yo no me hago cómplice de los hombres,
los hombres hacen y dicen cosas tontas entre sí
¿de quíen entonces me hago cómplice?;
trato de hacerme cómplice del Kami (Dios)
y sólo así puedo estar en armonía"
Memorias de M. Ueshiba
No obstante, en AIKIDO aprendemos a proyectar ki. ¿Qué es esto?; con nuestra mente hacemos fluir la energía por donde la necesitemos. Al principio puede ser dificultoso hacerse a la idea, luego con la práctica se empieza a incorporar y llegamos a experimentar cosas que pueden ser realmente asombrosas.
No nos olvidemos entonces que la mente es un gran instrumento, pero no el amo.
EJERCICIO 1:
Imagine sus brazos como mangueras de incendio; cuando no fluye el agua las puede doblar y guardar sin problema, pero cuando abrimos el grifo debemos sostenerla con fuerza para que no golpee ya que se mueve mucho.
Entonces: parado, pies un ancho de hombros, empiezo a rotar las caderas a un lado y otro con los brazos sueltos. Dejo que el ki fluya por los dedos como regando el espacio. Exhalo por la boca
al ir hacia atrás a la izquierda y la derecha; inhalo por la nariz al medio. Repito varias veces, y luego quedo quieto al medio respirando normal y prestando atención a las manos. Si la concentración es buena, voy a notar luego de unos segundos, un cosquilleo. Eso es el Ki, lo puedo proyectar mentalmente al piso, como agua que cae impulsada por mi intención.
Algún racionalista puede decir que es la sangre. Y sí, lo es. Pero la sangre es en este caso la parte material, y el ki, la parte espiritual.
Ahora bien: la sangre no se extiende al piso, al menos que me corte, pero el Ki se puede sentir a distancia de la mano, en forma de calor (calor = energía). Aún más: puedo proyectarlo al infinito.
EJERCICIO 2:
Sentado cómodamente, o de pie pero con la espalda recta, junto las manos como en plegaria delante de mis ojos. Antebrazos horizontales, y respiro por las manos. No piense que los pulmones, y la anatomía. RESPIRE POR LAS MANOS, sienta cómo entra el aire frío por los dedos y luego sale caliente desde las palmas al exhalar. No piense, HAGA, y verá si mantiene buena concentración que las manos empiezan a sentirse como si se agrandaran, se pierde la noción del punto de contacto y en el lugar de las mismas parece haber algo inflado que puede agrandarse hasta el infinito. Cuando quiera, abandona sacudiendo las mismas como si quisiera secarlas.
EJERCICIO 3:
Sentado o parado como en "2"; coloque las manos cerca una de otra. A tan sólo uno o dos centímetros. No se mueva más. Respire, pero con el centro de la palma unas 9 veces. Luego intente muy despacio, juntarlas. Notará una sutil resistencia. También intente separarlas y notará lo mismo.
Trate de no forzar, inicie el movimiento apenas para experimentar lo dicho anteriormente.
Desde el centro de la palma fluye gran cantidad de energía. Existe allí un punto de acupuntura, llamado "Lao Gong" que sinifica "Palacio de las fatigas".
Desde ese punto se inican tratamientos curativos.
Bien estimado lector: espero que experimente y disfrute estos ejercicios. Son simplemente herramientas que luego se pueden aplicar en muchas cosas.
El resultado depende de dos cosas: calidad de su concentración y tiempo de práctica. Pero si su concentración es buena, lo conseguirá en el primer intento.
Nosotros también captamos el ki de los demás, es algo que se emite, se recibe y nos indica antes que alguien nos ataque, que vamos a ser agredidos. ¿Interesante no?
Tenemos propuesto por lectores temas que atenderemos en breve.
Uno: la importancia de la respiración
y dos: el estado de alerta

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